Genomín

Érase un genoma pequeñito

llamado genomín,

sonrosado y guapito,

oliendo a gazmín,

parecíase a un berberecho,

sin manos ni patitas,

sólo tenía pecho

y un par de pelotitas.

Mas genomín acabó.

Un hombre dijo: «¡coño, un berberecho!»

Lo cogió y se lo comió.

MORALEJA: Eres un genoma porque la vida es un broma.

Por Vicente Belenguer Planells.

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