Un incendio en el tercer piso de mi edificio (Islas Canarias, 245) nos ha despertado esta mañana. Eran las 9.30 horas cuando he oído desde el patio interior «¡fuego, fuego!» . Los vecinos hemos sido desalojados por precaución y hemos estado en la calle cerca de una hora. Los bomberos, la policía local, la nacional y dos ambulancias han venido en cuestión de 10 minutos. El incendio se ha originado en una casa del tercer piso. Los bomberos han visitado todas las casas para valorar los daños y averiguar el origen del fuego. Nunca había vivido una experiencia similar y es entonces cuando descubres un poco más los valores de las personas. Atacada por los nervios, me iba a bajar en bragas y sin sandalias a la calle. Sólo con móvil y llaves. Gritaba a mi novio para que bajara mientras él, tranquilamente, se ha vestido, se ha lavado la cara y ha cerrado nuestras ventanas del deslunado que comunicaban con el piso en llamas. Ya en la calle me ha explicado que lo primero que ha hecho ha sido mirar dónde estaba el fuego para saber que tenía dos minutos para hacer todo eso. Menos mal que mis nervios exteriores conservaban un poco se sensatez interior que me ha llevado a ponerme sandalias, un pantalón e ir avisando a mis vecinos del rellano. Nunca te levantarás sin saber una cosa más.
Y ahora… a la playa! Qué calor!
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Actualizado el 26 de julio a las 18.00h.
Estas son las noticias de Levante, El Mundo y Las Provincias referentes al incendio. Según la prensa, sí hubo heridos. El inquilino de la vivienda calcinada, que al parecer llegó a casa en estado de embriaguez y se quedó dormido en el sofá con una vela encendida y un ventilador (origen del fuego), se quemó en el pie y tres vecinos fueron atendidos por inhalación de humo. Dos de ellos, niños. A las doce del medio día de ayer vi entrar en el portal a una pareja acompañada por los bomberos. La mujer estaba bastante afectada. ¿Sería la propietaria? Espero que, si los hechos ocurrieron como relatan mis compañeros, cambie rápidamente de inquilino.
Por otra parte, hoy me he dado cuenta de que ayer fallé como periodista. Mis nervios tampoco me dejaron pararme un segundo a cager la cámara y hacer unas fotos desde mi ventana de las llamas. La próxima vez lo haré.
Os dejo otra foto de cómo se ve ahora el piso incendiado desde mi ventana.